«Conocer a Dios no es lo que importa, es lo único que importa». Esta paráfrasis tomada de la conocida frase: «Ganar no es lo importante, es lo único importante», del entrenador de fútbol americano Vincent Lombardi, es la base de Decisión Vital. Así lo mostró Jesús: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (Juan 17: 3). Asimismo, cuando Jesús contó la parábola de las diez vírgenes de Mateo 25, en la que el novio dijo a las insensatas: «No las conozco», nos estaba diciendo que conocer a Dios es vital, de suma importancia. Muchas veces me he preguntado de qué sirve acudir a la iglesia durante años, sintonizar la radio cristiana, esforzarse en guardar los mandamientos… si todavía no conozco a Dios. Y es que: «El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor» (1 Juan 4: 8).
Para mí sería maravilloso poder amar a todo el mundo y controlar todos mis malos impulsos, no enojarme nunca, incluso con aquellos que no aprecio demasiado. No sé a ti, pero a mí esto me parece algo difícil… Porque esto, como dicen los autores de Decisión Vital, «parece ir absolutamente en contra de nuestra naturaleza, nuestro instinto».
Sin embargo, ¡es posible! ¿Cómo?: «Únicamente mediante una relación diaria con Jesús, podremos llegar al punto donde nuestros impulsos sean transformados». Decisión vital es una aventura de veinticuatro capítulos cuyo objetivo es que tú y yo tengamos una relación real con Jesús, porque conocerle constituye el desafío más importante del ser humano y no es que sea importante sino que es lo único importante de nuestra vida. Por ello, es vital que decidamos pasar tiempo con Jesús los 365 días del año. Si quieres, puedes.
¿Qué consejos darías a alguien que necesita comenzar a edificar esa relación?
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