¿La salvación es solo por la fe? o ¿hay que hacer un mayor énfasis en las obras y la obediencia a los mandamientos? Fe y obras, obras o fe… ¿Por qué los cristianos nos «balanceamos» de un lado a otro, en vez de ser «equilibrados» en cuanto a la doctrina de la justificación por la fe? ¿Será que no lo tenemos claro?

Creo que necesitamos leer más obras como Solamente por fe, de Norval F. Pease: «El método de Dios para salvar al hombre es de una sencillez maravillosa. Se adapta a las necesidades de todos: los jóvenes y los viejos, de los educados y los ignorantes, de la gente cultivada y de la sencilla, de los ricos y los pobres. No es misterioso ni esotérico. Exige una sola cosa: la fe. Proporciona en cambio felicidad, seguridad y vida eterna», p. 280. Y esto es exactamente lo mismo que vino a decirnos Jesús:«cree en mí y serás salvo» y feliz.

Solamente por fe fue publicado por primera vez en 1962 y esta actualización que pertenece a la colección «Lo mejor de nuestros pensadores» viene a poner en su lugar, «equilibrado», a esta enseñanza fundamental para la vida cristiana.

Norval F. Pease expone cómo se ha considerado la justificación por la fe a lo largo de la historia y cómo la abordaron los pioneros de la Iglesia Adventista.

La lectura de Solamente por fe nos permite:

  • Estudiar algunos aspectos de la doctrina de la justificación por la fe tal y como son enseñados en la Biblia.
  • Llegar a conocer la historia de la doctrina de la justificación por la fe, desde el apóstol Pablo hasta John Wesley.
  • Conocer la actitud de la Iglesia Adventista hacia la doctrina de la justificación por la fe antes de 1888.
  • El Congreso de la Asociación General de 1888 y la justificación por la fe.
  • El adventismo del siglo XX y la justificación por la fe.

Solamente por fe termina con estas palabras: «Afortunado es el cristiano que aprehende el significado de la gran verdad de que los seres humanos son salvados solamente por fe». Si quieres «aprehender», es decir, «asimilar y llegar a entender» el maravilloso mensaje de la justificación por la fe, está en tus manos adquirir este libro.

¿Quieres ser un cristiano afortunado?, es decir, venturoso, favorecido, suertudo, agraciado, bienaventurado, beneficiado, próspero, fausto, dichoso, feliz… y salvo Solamente por fe? Entonces, no lo dudes, lee esta magnífica obra.

Escribe tu opinión y comentarios sobre dónde se encuentra el equilibrio en la doctrina de la justificación por la fe. 

 

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